Las horas pasaban con la mirada perdida en el horizonte, repasando lecturas, vivencias y expectativas. Claudio repasaba el vino de su copa, mientras pensaba en la ciudad como origen y destino de sentimientos invisibles...

lunes, 18 de abril de 2011

Recorriendo la ciudad: Lunes Santo

Sobre el Arco de las Bendiciones, la piel que se viste de mármol para susurrar historias que nunca se cuentan y se adentran en los arcos de la Catedral. Tras una reja, en la planta baja de una casa en San Pablo, los ojos cansados de una mujer contemplan la Imagen en una conversación que sólo entienden ellos. Por el Arco del Triunfo la talla que desgranara Ortega Bru avanza -tan firme-, desde el otro lado de la ciudad.


El capataz ase fuerte el martillo, mientras la luna lo mira con su cercanía indolente. A las puertas de San Andrés la Esperanza es más guapa porque todos la esperan. A cada paso una leve sensación nos atrapa entre las horas que se restan al segundero.


En el Zumbacón, en la Huerta de la Reina, en San Nicolás... Todo formará el cortejo intacto del Lunes Santo. La ciudad nos mira y se refleja en nuestras pupilas vidriosas. Los amigos no se fueron y eso lo hace más especial. Entre tanto, sigo pensando en los ojos de esa anciana, tras la reja, pensando en qué le diré yo cuando me llegue ese día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario